MAYO DEL 37 los sucesos de barcelona

PARROQUIANO A-No te pido que entiendas las razones por las que dudo que la tierra es redonda.
PARROQUIANO C-¿Y eso es todo?
PARROQUIANO A- Siempre. Y no me importa el peso de los libros, ni del de mis antepasados. La ciencia es una hormiga aplastada en el talón de Romeo.
PARROQUIANO C- Parece darte igual que el sol se ponga por el Oeste.
PARROQUIANO A- En absoluto. ¿El servicio, por favor?
CAMARERO- Todos los servicios están a la derecha, que yo sepa.

El PARROQUIANO A, solo, se aleja reflejándose en las baldosas. Llega al retrete y escupe el vodka ruso.


CANCIÓN DEL VODKA RUSO EN EL RETRETE


Camina compañero, lucha, construye,
que brille en el acero
gloriosa luz de octubre.

Avanza camarada, triunfal, solemne,
Sobre la playa helada,
con brío adolescente.

Trabajador de hierro,
escudo de la patria,
con corazón de fuego,
manos hospitalarias:
¡Loa social e inmensa
a tu dolida espalda!
¡Loa social e inmensa
a la futura España!

En el filo de las doce, mientras tanto, el PARROQUIANO C y el CAMARERO aparentan dialogar.

PAROQUIANO C- Hay mucha agua de diferencia entre el río y el mar.
CAMARERO- Es destacable. Se podría decir así.
PARROQUIANO C- Y cuando la mula no se ata, el señorito se la lleva.
CAMARERO- Que es lo que yo digo.
PARROQUIANO C- Y si no, fijarse en las hormigas.
CAMARERO- Las hormigas comen muertos.
PARROQUIANO- Eso es, para construir la igualdad.

Dos calles más abajo, perdidos tras los ecos en los muros, sin medalla y olvidados, se duermen los hombres:


MILICIANO 1- ¡Envido!
MILICIANO 2- Envido más.
MILICIANO 1- Quiero.
MILICIANO 2- Solomillo.
MILICIANO 1- Paso.
MILICIANO 2- ¡Incierto se presenta el reinado de Vitiza!
MILICIANO 1- Ala.
MILICIANO 2- Gané. No me gusta el olor de este mar.
MILICIANO 1- Barcelona está podrida.
MILICIANO 2- Y el mar de Barcelona. Y Madrid.
MILICIANO 1- ¿Te acuerdas de nuestro mar? A mi se me olvidó.
MILICIANO 2- En la basura no se pesca.
MILICIANO 1- ¡Y las sirenas! ¡Cómo flotaban sus tetas!
MILICIANO 2- ¡Se hundían!
MILICIANO 1- Pero tenían tetas, ¿no?
MILICIANO 2- Sí, en aquel tiempo de las tetas hundidas había tetas.
MILICIANO 1- Las sirenas ahora nacen amputadas.
MILICIANO 2- Órdago. ¿Te acuerdas de cómo se jugaba al mus?
MILICIANO 1- Bocarrana. No.
MILICIANO 2- Amarraco.
MILICIANO 1- Hontanares. ¿Y tú?
MILICIANO 2- ¡Envido! Tampoco.

En el sortilegio de bazas sobre el suelo mojado, dos sotas se miran desafiantes: “¡Puta!”, “¡Puta tú!”.

PARROQUIANO A- No intentes medir el cielo, porque está muy alto. Lo confundes todo.
PARROQUIANO C- Tú sí lo confundes todo: el sol con las nubes, el atardecer con el rocío y la muerte con la libertad.
PARROQUIANO A- Porque soy un poeta.
PARROQUIANO C- Los poetas no servís para luchar.
PARROQUIANO A- Sois los déspotas los que no valéis para vivir.
BRIGADISTA- Mierda. Aprended de mí: todo mierda. Tuve que venir aquí a descubrirlo. Tenéis cara de no joder desde hace mucho.

Bailando pasodobles se mira MUERTE en un espejo de media luna y el reflejo le reverencia con escarnio.

MUERTE- ¿De qué te ríes, zorra?
MUERTE- De ti.
MUERTE- Eso es que no te ves.
MUERTE- ¡Muérete!
MUERTE- Ya estoy muerta, zarandajo.
MUERTE- Pues yo no ¿no se nota?

Ambas ríen cómplicemente y los ojos vidriados dibujan aires suaves de vals vienés y, emulando a Narciso, las dentaduras grises se unen en las aguas del espejo: las malvas se reproducen por las paredes.
Los cuerpos del PARROQUIANO A y C caen sobre la tradicional nieve de mayo barcelonesa. Son Caín y Caín; o Abel y Abel.

GUARDIA CIVIL- ¡Señores, se levanta la sesión!
















Mayo del 2007